Cuando se acerca la época del frío llega el momento de encender la chimenea y disfrutar de ese grato calor que producen. Pero si queremos estar bien preparados debemos ser previsores y comprar con anticipación la leña necesaria para cubrir las necesidades de todo el invierno.
Usar leña para la chimenea ¿Por qué?
La capacidad para generar calor que ofrece la leña, excede con creces la de cualquier otro combustible. Ni el carbón ni las briquetas pueden competir con el poder calorífico de la leña, que es sin duda el mejor de los combustibles para cualquier chimenea.
Aunque entre los distintos tipos de leña el poder calorífico es también distinto, un poco más abajo te contamos qué tipo de leña elegir según tus necesidades.
¿Cuál es el mejor momento para comprar leña?
Teniendo en consideración que la madera contiene mucha humedad y es recomendable mantenerla reservada para que se seque, lo mejor es guardarla de un año para otro.
Si se utiliza sin secar lo suficiente, se desperdicia mucha energía, al gastar el calor del fuego en evaporarla. Por ello debemos comprar leña que ya esté seca o dejarla secar antes de utilizarla.
Por ello, la mejor época para comprar leña es a finales de verano o a principio de otoño. En esta época los leñadores ya la han cortado y la han dejado secar en los almacenes durante meses, lo que supone que está seca cuando la compramos. Si se utiliza leña que aún esté verde, la eficiencia energética alcanzada será mínima, además se va a generar más suciedad.
Por otra parte, si esperas para comprarla en pleno invierno, aumenta la probabilidad de comprar una leña que tenga mucha humedad o que se encuentre mojada, además de que su coste será mayor.
Una vez comprada lo ideal será guardarla bien tapada cerca de la chimenea y colocando la que pudo quedar del año anterior adelante para utilizar primero. Así que si estás pensando cuando comprar leña para tu chimenea, sé previsor y hazlo antes de que llegue el invierno, ahorraras dinero ya que la demanda suele ser menor y te asegurarás de tenerla seca cuando llegue la época de utilizarla.
Además de cuando comprar la leña, es también importante qué tipo de leña elegir para sacar el máximo provecho a nuestra chimenea y donde comprarla, para evitar posibles abusos.
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Qué tipo de leña elegir
Existen diferentes tipos de leñas y en función de su dureza tiene una finalidad u otra.
La leña proveniente del pino, que es muy blanda, es ideal para encender la chimenea, aunque su alto contenido en resina hace que sea una leña que ensucia más. Este componente, además de evitar que el fuego alcance una temperatura elevada favorece la formación de creosota, un residuo que se adhiere a las paredes de la chimenea y puede eventualmente provocar un incendio.
La leña de roble o encina resultan de mayor utilidad para mantener vivo el fuego. Son leñas duras, que arden lentamente y generan mucho calor.
En muchos casos, una leña muy apreciada es la del naranjo. Su delicado olor y durabilidad la convierten en una opción muy deseable para las chimeneas.
En lo que refiere al eucalipto, su leña es muy dura y posee un alto poder calorífico. Sin embargo, en su combustión se generan muchos residuos que ensucian los conductos de las chimeneas. Para evitar este inconveniente lo mejor es dejar secar durante varios meses o inclusive por años la leña del árbol de eucalipto antes de utilizarla. Solo debemos tener la previsión de guardarla cortada del tamaño que posteriormente se va a utilizar, ya que una vez seca resulta difícil de cortar.
Y recuerda, para que tu chimenea rinda al máximo cuando llegue el invierno, debes realizar una revisión antes de su puesta en marcha.
Interesante artículo, me cuesta hasta encender una fogata o una barbacoa, no quiero imaginar si me tocara encender la chimenea. Cuál será la mejor manera de hacerlo?
Se pueden usar pastillas enciendefuegos o piñas de pino ademas de astillas de pino