A menudo, al escuchar la palabra chimenea, nos viene a la cabeza solo la deliciosa estampa invernal de la familia reunida en torno al fuego hogareño.

Pero antes de llegar a ese punto te recomendamos realizar el mantenimiento de chimenea profesional.

Y te preguntarás por qué, y qué incluye el mantenimiento de chimenea profesional.

Mejor confiar en un profesional

Muchas comunidades de vecinos propietarias de edificios de viviendas tienen también sus propios conductos para evacuar el humo y los gases resultantes de la combustión de sus sistemas de calefacción.

Pues bien, tanto el mantenimiento de una chimenea como el de la otra ha de ser efectuado por un deshollinador, con el fin de garantizar la profesionalidad de una tarea esencial entre las labores de cuidado de un edificio.

Porque, como sucede con las revisiones preventivas de cualquier otro tipo, el mantenimiento de una chimenea es un trabajo fundamental para evitar averías que puedan ocasionar daños mayores, alargar la vida útil de la instalación e incluso evitar accidentes.

Seguir las recomendaciones para un buen uso

Y es que, como ya hemos comentado en alguna entrada anterior, quemar leña en mal estado, o precisamente otras cosas que no sean madera, pueden provocar la emisión de gases tóxicos, y el mal estado de los conductos podría generar incendios.

Puesta a punto de la chimenea

Así que es aconsejable deshollinar de forma periódica, y llevar a cabo el mantenimiento de una chimenea para optimizar su poder calorífico.

Si algo recomendamos los deshollinadores profesionales es que se aproveche siempre la oportunidad que supone la revisión periódica para llevar a cabo un análisis adecuado de la eficiencia energética de la chimenea.

Comencemos por las individuales

Si hay una chimenea de leña en su hogar, que no se usa con mucha frecuencia durante la temporada baja, pero que no deja de encenderse ni un solo día en otoño e invierno, la revisión está cantada.

La puesta a punto de la chimenea mejora la calidad del aire en su hogar y elimina la creosota y otros desechos dañinos.

Disfrutar del calor de hogar sin preocupaciones

Por algo los deshollinadores somos técnicos certificados, con una gran variedad de equipos para la limpieza interior de los conductos de una chimenea o estufa de leña o gas.

Con el tiempo, una chimenea puede obstruirse con escombros y suciedad, e incluso la creosota, esa capa gruesa y dura de deshechos tóxicos que se crea cuando se quema madera y combustibles fósiles de la que te hemos hablado a veces.

Es necesario quitarlos para garantizar que encender el fuego es seguro.

Un trabajo profesionalmente hecho

Para efectuar el mantenimiento de una chimenea los deshollinadores empleamos varillas largas con una estructura de cerdas de metal pesado alrededor de la punta; se parecen a un cepillo de botella gigante.

Usamos aspiradores especiales para evitar que el polvo y los cascotes se dispersen.

De arriba abajo

Comenzamos desde el hogar y subimos por la chimenea, o bien lo hacemos desde en el tejado hacia abajo; o a veces incluso ambos.

El objetivo es raspar a fondo las paredes del conducto de evacuación de humos, para eliminar todo aquello generado por el fuego y el calor –e incluso restos de nidos–, de forma que caiga por la chimenea para ser aspirado y barrido.

Trabajo limpio y seguro

Prepárese para la visita del deshollinador, asegurándose de que el acceso a la chimenea sea sencillo: mueva los muebles y evite elementos de la decoración que pudiesen entorpecer.

A veces, y aunque nuestra labor el impecable, puede resultar buena idea cubrirlos por si acaso.

Los deshollinadores nos preocupamos de su hogar y de la seguridad de quienes lo habitan.

Por eso, si tiene preguntas sobre la seguridad de la chimenea, no deje de consultar con toda libertad.

Cuando el mantenimiento es cosa de todos

Continuemos ahora con el mantenimiento de una chimenea comunitaria.

En un edificio de vecinos tiene que ser el presidente de la comunidad o el administrador de la finca, en caso de contar con los servicios de uno, el encargado de buscar a los profesionales que se haga cargo del deshollinado.

Y a la hora de hacer frente a los gastos de la limpieza de la chimenea existen dos posibilidades.

Chimenea de ramal individual

El propietario de la vivienda es el que debe hacerse cargo del pago de su mantenimiento.

Por otra parte, en el caso de disponer de una chimenea de ramal único, al que se unen los conductos de los distintos hogares, es la comunidad en su conjunto la que debe hacer frente al coste del deshollinado.

Las chimeneas de gas

Requieren una supervisión especial al menos una vez al año.

Los motivos son variados, pero el principal y más importante es la seguridad.

A pesar de que muchos propietarios de este tipo de instalaciones pasan por alto la puesta a punto de la chimenea, pensando en que este tipo de instalaciones apenas requiere mantenimiento cotidiano, lo cierto es que son importantes.

El mejor de los sistemas se deteriora con el tiempo y puede convertirse en un problema cuando se abandonan las tareas básicas del mantenimiento de una chimenea.

En el interior de la chimenea de gas pueden acumularse con el tiempo pequeños desechos que deben ser eliminados, pues pueden impedir la salida adecuada, impidiendo el correcto funcionamiento.

Estos pequeños desechos son, en ocasiones, invisibles a simple vista, pero pueden restringir de manera grave la ventilación y la alimentación del sistema.

Por otra parte, las piezas cerámicas expuestas al fuego –en caso de haberlas– también sufren deterioro con el uso de la chimenea. Su sustitución es una tarea barata y sencilla, que un experto realiza en minutos.

No olvidemos la parte estética

Además, y aunque los residuos que genera la combustión a gas son mínimos, el fuego puede oscurecer y afear diferentes partes del sistema, como son los vidrios, marcos y demás elementos.

Para limpiar éstos, debemos emplear productos adecuados, pues determinados químicos pueden reaccionar ante elevadas temperaturas y quebrar aún más las piezas que pretendíamos limpiar.

Conviene recordar que si la chimenea también dispone de piezas de mampostería expuestas a la acción del fuego, éstas también podrán limpiarse siguiendo los consejos del fabricante.

Multitud de distribuidores de chimeneas disponen, además, de productos de limpieza especiales para este tipo de elementos.

La inspección debe incluir una revisión del exterior de la instalación, concretamente del vidrio de la misma, ya que si existen grietas o fisuras puede ser motivo de cambio.

Favorecer la vida útil de la chimenea

También hemos recomendado, en otras ocasiones, pautas para que, en nuestra chimenea, arda el fuego en las mejores condiciones.

Y de se modo genere menos problemas posteriores, lo que de ningún modo reemplaza el mantenimiento de una chimenea del que te venimos hablando en este artículo.

Recordemos algunas

Por ejemplo, limpiar las cenizas del hogar a medida que se acumulan, y no dejar que vayan cogiendo altura.

O reunir la leña a emplear en la temporada de más uso con cierto tiempo de antelación, con el fin de secarla adecuadamente.

Si la mantenemos a cubierto de las inclemencias meteorológicas se acumulará menos material inflamable en la chimenea.

Asegurarnos de no quemar nada en la chimenea excepto leña seca, o bien troncos manufacturados pero de alguna marca de confianza.

Y nunca madera tratada a presión o pintada, ya que contienen pegamentos y productos químicos añadidos.

No solo puede ser tóxico respirar sus vapores, sino que su combustión es dañina para el medio ambiente y acumula residuos desagradables en la chimenea, que disminuyen su vida útil.

Siempre puede consultarnos , sin ningún compromiso, y saber qué ofertas tenemos disponibles para el adecuado mantenimiento de una chimenea.

Encontrarás más detalles sobre nuestros servicios en nuestra página de servicios.